Monday, February 5, 2018

A solas con quien sabemos nos ama...

Si en una palabra podemos resumir toda la experiencia espiritual de Santa Teresa de Jesús, esa seria "Amistad", ella fue una mujer de su tiempo, insertada en el siglo de oro, no solo aportó a la Iglesia una reforma de su Orden religiosa sino una nueva manera de entender y vivir la relación con Dios que para su agitado siglo XVI resultaba no solo extraña si no peligrosa. Teresa no solo es la figura que a través de los siglos se ha creado la imagineria barroca, no es una santa que se vive en un éxtasis continuo o flotando sobre los aires sin tener los pies bien puestos sobre la tierra, ella es muy humana, muy mujer, muy Teresa, Teresa la grande como muchos le llaman.
           
Poseía una extraordinaria capacidad de relacionarse con los hombres y mujeres de cualquier nivel social, así la vemos relacionarse con la alta aristocracia española de su época, duques, príncipes, funcionarios reales y hasta con el mismísimo rey Don Felipe II, pero también con la gente que sentía mas suya, los mercaderes, carreteros, gente del pueblo que siempre le mostraron una ayuda incondicional en su empresa reformadora, y es que la madre poseía ese encanto único que robaba el corazón a todo aquel que le llegaba a tratar.

Teresa era una mujer sensible y afectiva, supo cultivar amistades profundas y espirituales con sus monjas, frailes y con todo aquel que tenia la fortuna de asomarse a su alma. Mujer de extraordinarios talentos y virtudes no pudo mas que ofrecernos su doctrina de oración basada en la "Amistad", para ella la oración no es otra cosa que un trato de amistad:

"No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama" (V 8, 5).

Desde el concepto teresiano, la oración deja de ser un ritual lleno de formulas memorizadas para convertirse en una relación intima de amistad con quien sabemos nos ama, el mismo Jesús nos a llamado amigos y la doctrina teresiana sobre la oración es su expresión por excelencia:

"Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre." Juan 15:15

La oración Teresiana es  una relación personal de tu a tu con el Jesús histórico que camina en medio de nosotros, la amistad como sabemos conlleva a un compromiso de confianza, seguridad y crecimiento entre los amigos, dialogar con Jesús como lo haríamos con uno de nuestros amigos terrenos y dejarle hablar  en el silencio de nuestro corazón es la llave para iniciar la aventura del camino espiritual hacia el castillo interior.

Todos sabemos que toda amistad debe cuidarse, aunque seamos concientes que el Señor esta siempre a nuestro lado debemos dedicarle tiempo a esa intimidad necesaria con El, debemos de ponernos tiempos, ya sea en la mañana o al anochecer o en medio de las ocupaciones cotidianas, una mirada de amor para quien nos mira siempre con amor será una bendición en nuestro caminar, esos momentos con el Señor  oxigenan nuestro espíritu y llenan de esperanza el corazón  y nos fortalecen en el momento de las pruebas.

Teresa sentía a Jesús muy cercano, ella le miraba y El la miraba a ella, los dolores y las alegrías de Jesús eran de Teresa y los de Teresa eran de Jesús.

En nuestros ajetreados días, en medio de nuestros ruidos externos e internos, como resuena el mensaje de amistad que nos propone Teresa? Hoy que las relaciones amistosas pueden ser tan impersonales y tan superficiales a que nos invita el mensaje teresiano  sobre la oración?

Santa Teresa llego afirmar esto que seria bueno llevarlo a nuestra reflexión:

"no estamos huecos... no estéis sin tan buen amigo ..."

Recordemos siempre hay alguien que nos espera, siempre con nosotros el buen Amigo  a nuestro lado. Podemos conocerlo a él y a nosotros mismos a través de un diálogo que es la oración.

 Juan +

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