Tu corazón es lámpara de la virgen prudente, que cuando saliere a recibir a su esposo, ha de llevar óleo de misericordia y lumbre de fe; y es una pequeña ración con que Dios se tiene por contento, como noble gavilán que con el corazón se satisface; es tu corazón consistorio divino donde Él trata sus secretos; y es el fornaz donde el ángel del gran consejo desciende a refrigerar los que dentro en Él andan; es tu corazón cámara pequeña del verdadero Eliseo, y es vaso de oro lleno del maná de la gracia celestial, puesto en el arca de tu pecho; es incensario con que se perfuma Dios; pesebre angosto dónde nace el niño Jesús; cama florida suya; huerto del rey Asuero, donde por su mano enjere diversas virtudes; es arco de la amistad de Dios, puesto en las nubes de las lágrimas para que se acuerde cómo nos ama; es ciudad pequeña de Dios que es alegrada con el ímpetu de la gracia; es tu corazón libro de la vida por dónde ha de ser juzgado; santo sepulcro del cuerpo de Cristo; altar donde sacrificamos a Dios nuestros deseos; paraíso donde Dios y sus amigos se comunican y deleitan; brasero de oro del templo de Dios; recibimiento limpio y espacioso de su santas mercedes, si está desembarazado y limpio, según debe, y guardado con toda guarda...
Francisco de Osuna
Tercer Abecedario Espiritual
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