"¿Que
excelencia de la soberana Reina de los cielos no ha tenido en esta su
amante y amada religion, o el apoyo cuando se dudaba, o la defensa
cuando era combatida? Al dulcísimo misterio de su Inmaculada Concepcion,
¿quién en la tierra tributó las primeras tiernas adoraciones, sino
Elías en aquella nubecilla que la figuraba? ¿Quién levantó las primeras
aras, y consagró templo, sino el Carmelo, en
vida aun de la Virgen? ¿Quién la solemnizó con las primeras fiestas
públicas, sino estos grandes hijos de María? Más de trecientos años ha,
que escribió el célebre doctor Juan Bacon, era inmemorial en el convento
romano de los carmelitas el celebrar fiesta á la Concepción Inmaculada
con asistencia de los cardenales. Y para mayor grandeza y lucimiento de
ella contribuían los demás conventos de la orden con lo que se tasaba a
cada uno en los capítulos. Pues a defenderla ¿de dónde han salido más
alentados escuadrones? De trienta pasan los doctores carmelitanos, y
muchos de ellos santos, que haciendo espada de la pluma, coronaron de
laureles esta causa".
Glorias del Carmelo.
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