Enséñanos a amar nuestra Iglesia, aunque se vivan tiempos recios,aunque se este ardiendo el mundo, y aunque nubes negras no nos dejen ver la esencia de su santidad...
No permitas Madre de los espirituales, que caigamos en la monotonía de vivir un cristianismo vacío, que no nos convirtamos en los duros jueces de las debilidades de los demás si no que miremos las propias y ganemos la virtud de la humildad que es la verdad, que no nos conformemos con rondar las afueras del hermoso castillo de nuestro interior, que no nos afanemos en los superfluo y que descubramos la hermosura y dignidad con la que Su Majestad nos ha dotado.
Santa Madre Teresa, aléjanos de la cultura de la muerte que nos arrastra con su falso oleaje, ayúdanos a aceptar la verdadera libertad y que podamos recuperar nuestra obediencia, lealtad y fidelidad a Cristo.
Ayúdanos, madre a que anhelemos nuevamente el cielo y deseemos salvar nuestros almas manteniéndonos en la intimidad con Cristo.
Intercede por los Obispos, Sacerdotes y religiosos, que tienen la misión de acompañarnos en este camino de la fe, que su testimonio sea luz para el mundo, ayúdanos a darnos cuenta que la reforma que hoy necesita nuestra amada Iglesia, a veces tan atormentada, es cuestión de corazones humildes y entregados a Cristo Nuestro bien.
Ayúdanos a ser AMIGOS FUERTES DE DIOS, a los que NADA LES TURBE NI ESPANTE...por que creen y viven y saben que SOLO DIOS BASTA...por que solo basta QUE NOS BASTE DIOS.
Amen
Juan +
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