por Fray Juan de la Miseria, terminado,
con su humor habitual, le dijo:
"Dios te perdone, fray Juan,
que ya que me pintaste,
me has pintado fea y legañosa"...
Teresa de Jesús me parece una mujer impresionante en muchos aspectos...
Mujer inusitadamente culta para la época y de un temperamento fuerte, a la vez que de un encanto excepcional. Una mujer que sabía querer y que se hacía querer. Una mujer de un corazón grande, y de grandes ideales.
Una niña de carácter que convenció a su hermano Rodrigo para ir a morir a tierra de moros...
Una adolescente rebelde que traía por la calle de la amargura a su padre con sus amistades juveniles...
Una mujer que a pesar del inmenso amor a su familia, lo dejó todo para entregarse a Dios...
Un alma que luchó durante más de veinte años contra sí misma, para dejar las banalidades que tanto le tiraban y ser sólo de Dios...
Un simple monja que se enfrentó a toda una ciudad y a las críticas de muchas otras monjas para vivir en un conventito pequeño, pobre y bien encerrado, dedicada a la oración...
Una monja de clausura que recorrió en carromato toda Castilla, llegando a Sevilla y Aravaca, fundando diecisiete Carmelos...
Una mística que no temió a la Inquisición, porque siempre iba con la verdad por delante...
Una mujer que dirigió a hombres, en una época en la que las mujeres no tenían ni voz ni voto...
Teresa es una madre y maestra, que enseña a amar a Dios como ella lo hizo, con toda la fuerza de su corazón...
Se equivocaría totalmente quien pensase en una Teresa de Jesús arrobada constantemente, en una Teresa angelical... Teresa era culta, divertida, ingeniosa... pero también una mujer sujeta a pasiones, que tenía especial devoción a aquellos santos que fueron grandes pecadores, pero que tras encontrar a Cristo le amaron apasionadamente.
Teresa es, ante todo, una persona que suplicó, incluso con lágrimas, fuerzas para vivir plenamente el ideal de entrega que había abrazado... que luchó, cual guerrero, por poner todo de su parte para hacer siempre la Voluntad de Dios.
Teresa de Jesús, no es una Santa para que te hablen de ella. Otros santos, sí. Pero ella, no. A ella hay que leerla... y entonces te atrapa, te engancha... porque Teresa es mucha Teresa.
Y para despertar el gusanillo de saborear sus escritos, lo mejor es abrir boca viendo esta serie sobre ella... Concha Velasco la recrea maravillosamente. Y los datos históricos y los decorados están fiel y cuidadosamente conseguidos.
del blog "navegando en la noche"
http:// navegandoenlanoche.blogspot .com/2010/10/teresa.html
que ya que me pintaste,
me has pintado fea y legañosa"...
Teresa de Jesús me parece una mujer impresionante en muchos aspectos...
Mujer inusitadamente culta para la época y de un temperamento fuerte, a la vez que de un encanto excepcional. Una mujer que sabía querer y que se hacía querer. Una mujer de un corazón grande, y de grandes ideales.
Una niña de carácter que convenció a su hermano Rodrigo para ir a morir a tierra de moros...
Una adolescente rebelde que traía por la calle de la amargura a su padre con sus amistades juveniles...
Una mujer que a pesar del inmenso amor a su familia, lo dejó todo para entregarse a Dios...
Un alma que luchó durante más de veinte años contra sí misma, para dejar las banalidades que tanto le tiraban y ser sólo de Dios...
Un simple monja que se enfrentó a toda una ciudad y a las críticas de muchas otras monjas para vivir en un conventito pequeño, pobre y bien encerrado, dedicada a la oración...
Una monja de clausura que recorrió en carromato toda Castilla, llegando a Sevilla y Aravaca, fundando diecisiete Carmelos...
Una mística que no temió a la Inquisición, porque siempre iba con la verdad por delante...
Una mujer que dirigió a hombres, en una época en la que las mujeres no tenían ni voz ni voto...
Teresa es una madre y maestra, que enseña a amar a Dios como ella lo hizo, con toda la fuerza de su corazón...
Se equivocaría totalmente quien pensase en una Teresa de Jesús arrobada constantemente, en una Teresa angelical... Teresa era culta, divertida, ingeniosa... pero también una mujer sujeta a pasiones, que tenía especial devoción a aquellos santos que fueron grandes pecadores, pero que tras encontrar a Cristo le amaron apasionadamente.
Teresa es, ante todo, una persona que suplicó, incluso con lágrimas, fuerzas para vivir plenamente el ideal de entrega que había abrazado... que luchó, cual guerrero, por poner todo de su parte para hacer siempre la Voluntad de Dios.
Teresa de Jesús, no es una Santa para que te hablen de ella. Otros santos, sí. Pero ella, no. A ella hay que leerla... y entonces te atrapa, te engancha... porque Teresa es mucha Teresa.
Y para despertar el gusanillo de saborear sus escritos, lo mejor es abrir boca viendo esta serie sobre ella... Concha Velasco la recrea maravillosamente. Y los datos históricos y los decorados están fiel y cuidadosamente conseguidos.
del blog "navegando en la noche"
http://
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