"Una amiga incondicional y muy querida"
Guiomar de Ulloa, fue una distinguida dama de la nobleza de Ávila, nació aproximadamente en 1527.
Tenia poco de 25 años cuando conoció a Teresa, Viuda de Francisco Dávila, señor de Villatoro, estaba en su viudez, mas hermosa que nunca y llevaba una vida de piedad que hacia compatible con los refinamientos de una vida de lujo. Se la presentaron los padres de la Compania de la Iglesia de San Gil y Teresa quedo encantada con su finura y delicadeza; doña Guiomar por su parte le acogió mucha simpatía.
En el Libro de su Vida, Teresa escribe así sobre ella:
"Por entonces conocí a doña Guiomar de Ulloa, viuda de mucha virtud, mujer muy conocida en la ciudad, que era muy galana y amiga de componerse, cosa que se prestaba mucho a murmuraciones aunque sin motivos. Quedó viuda muy joven con cuatro hijos. Yo la conocí porque frecuentaba la Encarnación donde tenía una hermana y dos hijas. Doña Guiomar me llevó luego a su casa y me recomendó como confesor al P. Juan Prádanos, jesuita, quién me comenzó a poner en más perfección. Me dijo rezase el Veni Creator y, el día que lo hice, estaba en la casa, tuve un arrebato que me sacó de mí, era la primera vez que me sucedía y me sentí espantada, al tiempo que una voz me decía: “No quiero que tengas conversación con hombres, sino con ángeles”. Era la Pascua de Pentecostés y, como me dijo mi confesor, Dios me hizo merced ese día de lo que llaman el “desposorio místico”. Para mi la casa de doña Guiomar, que era mujer santa, era como un monasterio. Es verdad que era de condición recia y exaltada, pero fiel y generosa. Todo lo que puedo decir que en ese tiempo, de manos del P. Prádanos, el Señor me regalaba más con su gracia."
Ninguna empresa grande o importante la puede llevar a cabo una sola persona, así que doña Guiomar será ese apoyo de teresa en los inicios de la reforma. Teresa la nombra en ocasiones "mi compañera", "mi compañera viuda", "la viuda sierva de Dios". La amistad con Teresa ya es cercana cuando la Santa vive gracias místicas como las hablas o las visiones, que le dejan dudas a ella y a sus confesores. Guiomar la apoya y busca ayudarla, haciendo que entre en contacto con Fray Pedro de Alcántara, quien fue determinante para que Teresa pudiera entender mejor las mercedes de Dios.
Guiomar es parte del grupo de amigos más cercanos, "los cinco que al presente nos amamos en Cristo" (V 16,7) con quienes Teresa hace el pacto de siempre decirse la verdad, siempre le muestra un apoyo incondicional, al ser ella quien aporta el dinero para hacer la primera fundación teresiana, el monasterio de San José, además de haber solicitado a Roma, junto con su madre, Doña Aldonza, el permiso de fundación.
En la fotografía de arriba vemos la casa que perteneció a doña Guiomar de Ulloa y dos escenas de la famosa serie Teresa de Jesús de Josefina Molina.
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